Nota aparecida por primera vez el 24 de mayo de 1991 en el diario El Peruano, cinco años antes de la publicación de Este es mi cuerpo (Camión Editores), único poemario de Lizardo Cruzado (1975). La referencia bibliográfica al final del texto.
SEÑAS DE UN POETA ADOLESCENTE
A un siglo de la muerte de Rimbaud, un adolescente (de quince años para ser exactos), en la provincia peruana, desata con extraña fuerza los negros, los furiosos vientos del desorden lujoso y de la libertad sin recortes. Su nombre: Lizardo Cruzado Díaz; sus libros —aún inéditos—: El hombligo del hombre (escrito así con caprichosa y conciente ortografía) y Retorno a la lejanía.
¿Cómo es que sabemos de él? Lo sé con Blanca Varela y Antonio Cisneros, pues fuimos miembros del jurado del Sexto Concurso Infantil, Juvenil y Mayores de Cuento y Poesía del Norte Peruano, convocado por el Suplemento Cultural Lundero del diario La Industria. Leímos, no hace mucho, las cien páginas largas (pues sus poemas discurren por el viejo formato de papel de oficio) y sembradas de singulares y felices sorpresas.