5 de febrero de 2014

Xavier Abril: "Prefiero que se me recuerde por mi inconformidad"

Entrevista realizada por Eduardo Espina* en Montevideo, ciudad donde Xavier Abril, que para ese entonces ya tenía 82 años, se había establecido desde la década del cincuenta. El autor de Difícil trabajo habla sobre su amistad con Vallejo, la literatura "comprometida" y el marxismo; también emite severos juicios sobre escritores latinoamericanos como Pablo Neruda, Octavio Paz y Mario Benedetti; finalmente, explica algunos aspectos de su poética y su obra crítica.

Xavier Abril

(...)

Comenzaste a escribir muy joven, siendo todavía un adolescente con unos poemas que hoy leídos en la distancia resultan verdadero anticipo del surrealismo, en cuanto la fecha es 1921. Pero quiero que me cuentes un poco de tus comienzos en el mundo intelectual de la época.
Mi relación con el mundo literario de ese entonces comienza en 1923, con colaboraciones en las revistas Mundial y Variedades, que algún peruano quizás recuerde. Después colaboré literariamente en la Revista de Vanguardia. Mi primera etapa fue en Lima. Claro está que por aquellos años conocía a Vallejo, que fue algo sensacional.

Déjame hacer números. Si mal no cuento, tu relación de amistad con Vallejo comienza cuando tenías 17 años y él 30...
Sí, Vallejo era del 92 y yo soy del 5. Lo conocí en el 22 y nos vimos varias veces pasajeramente en Lima, pero nuestra amistad se afirmó en Madrid en 1926, cuando yo fui por primera vez a Europa.

¿Cómo fue el primer encuentro?
Vallejo fue una noche a mi casa a ver a mi hermano Pablo, de la misma edad de él y con quien había estudiado en la Facultad de Letras. Mi hermano no estaba y Vallejo me dijo: "entonces vamos nosotros a dar una vuelta". La vuelta duró hasta las cinco de la madrugada. No puedo recordar todos los detalles del primer encuentro, pues la época es lejana y mi memoria ya no funciona tan bien, pero recuerdo que fue un encuentro de admiración y de asombro. Esa fue una aventura increíble. Pero como te decía, nuestra gran amistad comenzó en Madrid, pues yo ya colaboraba en Amauta y la nuestra era una amistad literaria, mucho más que antes.

22 de noviembre de 2013

Danilo Sánchez Lihón: Un ángel caído del cielo

Semblanza de Luis Valle Goicochea, autor de Las canciones de Rinono y Papagil y fundador de la (verdadera) literatura infantil en el Perú.

Vallecito con los hábitos franciscanos
1.

Era Luis Valle Goicochea un ángel caído del cielo. Totalmente inerme, indefenso, expuesto al mundo arisco, despiadado y cruel de cada día.

Ante el cual batirse con toda la ingenuidad y la bondad herida que a él lo aprisionaba, era una batalla anteladamente perdida.

Era un ángel doblegado, pero no réprobo. Porque no todos los ángeles con algo de extravío son quienes entraron en rebelión con el padre y se hicieron protervos, sino que la mayoría de poetas son ángeles desterrados y desguarnecidos.

Pero este era un ángel despeñado, aunque conmovedoramente bueno. No es que pretendiera el trono y fuera castigado haciéndose execrable y siniestro.

En él ocurría lo contrario: a todo renunciaba. Y bebió el cáliz de la dulzura hasta probar su gota más fatal y amarga.

Ángel calmo, apacible y desvalido; habitando el horror del mundo ante el cual no tenía ningún escudo ni adarme con qué defenderse.

Una “rara avis” entre los seres humanos. Un ser signado con un estigma en la frente y en el alma, en quien hicieron mella todos los dardos, lanzas y espadas, sin que hubiera rodela o broquel tras el cual pudiera guarecerse.

7 de noviembre de 2013

Actualización #3: Sarduy, Puig, Arenas

Severo Sarduy
De dónde son los cantantes (1967)
De dónde son los cantantes (1967)
"Cubanas, chinas, españolas, católicas, drogadas, teatrales, paganas, circulando desde las carabelas a los self-services y de un sexo a otro, las criaturas de Sarduy van y vienen a través de un cristal de un parloteo depurado que le pasan al autor, demostrando así que no hay tal cristal , que no hay nada que ver detrás del lenguaje (...)" Más»
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3 de noviembre de 2013

Antenor Orrego proclama a Vallejo genio de la poesía americana

Durante las primeras décadas del siglo XX surge en Trujillo el Grupo Norte, agrupación de gran influjo en el desarrollo cultural de nuestro país. Estuvo integrado, entre otros, por Antenor Orrego, César Vallejo y Víctor Raúl Haya de la Torre. Este último es quien narra el episodio en una carta dirigida al historiador y crítico literario Luis Alberto Sánchez. La referencia bibliográfica al final del texto.
A. Orrego (por Julio Esquerre Montoya)