24 de agosto de 2013

José Watanabe: Álbum de Familia (1971)

Ópera prima de José Watanabe, con la que obtuvo en 1970 el premio "El Poeta Joven del Perú". Luego publicaría El huso de la palabra, Historia naturalCosas del cuerpo, entre otros.

23 de agosto de 2013

Cuentos del Tío Lino: Desde cuándo hay conejos

Zevallos, Andrés. (2011). Cuentos del Tío Lino. (10ª edición). Lima: Lluvia editores. p. 45.

DESDE CUÁNDO HAY CONEJOS

Fue que la Tía Chuspe crió tanto cuy que ya no había sitio ni qué dales de comer. Entón con el Tío pensaron llevalos a Contumazá pa vendelos. Como eran hartos, el Tío se puso a inventar cómo luiba hacer pa no tener mucho trabajo. Se puso a pensar y diun rato le dijo a la Chuspe: le echo lazo al ruco padre, monto en mi macho y lo voy jalando al ruco, mientras tú los vas sacando del cuyero paque lo sigan; cuando acabes, te vienes arreándolos, no sea que se queden puel camino.

Ya estaban entrando al pueblo por el Kike y los últimos cuyes tuavía estaban asomando por Las Alverjas. Eneso salió un perrazo bravo que los acabó de espantar; unos se metieron por las pircas y otros se fueron por los cerros, orejeando porónde venía el perro; ahí fue que les crecieron las orejas y desde entón hay conejos en el campo.

19 de agosto de 2013

Oswaldo Reynoso: Malte

MALTE

Del pupitre cayó una lúcuma. Verde oscura brillante como bolita de adorno de árbol de navidad rodó hasta mis pies. Malte, con disimulo, volteó la cabeza. En su mejilla izquierda, apareció un gracioso hoyuelo y con sus ojos grandes me rogó que le soplara la pregunta diez del examen de geografía. Es para ti, susurrando me dijo con su voz ronca de adolescente y clavó su mirada en la lúcuma. Vigilando de reojo al profesor-sotana, giré mi plana de examen sobre el pupitre. Con el lapicero, le indiqué: el río Amarillo queda en China. Malte me sonrió. Por entre sus labios, apareció la punta rosada de su lengua y diligente copió la respuesta. Gracias, me dijo. Cuando ya iba a recoger la luminosa lúcuma, unas impúdicas y enormes sandalias sucias surgieron del gastado piso de madera.

16 de agosto de 2013

Manuel Scorza: "Literatura: Primer Territorio Libre de América" [3]

Las paradójicas consecuencias de la incapacidad cultural

La historia es paradójica. El desprecio que por la inteligencia siempre tuvieron las ignaras oligarquías latinoamericanas permitió la liberación de su literatura. Si las oligarquías latinoamericanas hubieran comprendido la importancia capital de la palabra, la palabra no se hubiera liberado. Pero las corrompidas clases gobernantes americanas ejercieron, y ejercerán hasta el fin, un rol parásito: las oligarquías latinoamericanas no producen ni producirán un Tolstói, un Proust, un Henry James, un Flaubert. Y así como abandonaron el Ejército a las clases inferiores (lo que explica las revoluciones militares de la última época), así como abandonaron la Iglesia a las cunas plebeyas, así como abandonaron la Universidad a la clase media emergente, así como abandonaron el comercio a los señores extranjeros, abandonaron igual la literatura a los sectores sociales inferiores de la sociedad americana. Los grandes escritores de América –con excepciones, desde luego– proceden, casi siempre, de las clases inferiores. ¿Quién es Rubén Darío? Un indio chorotego de Nicaragua. César Vallejo, humilde profesor de escuela. Martí, hijo de celador de Penitenciaría. López Velarde, oscuro periodista provinciano. Mariano Azuela, médico de aldea. Eustasio Rivera, funcionario inferior. Argüedas, condenado a vivir entre esclavos indios. Neruda, hijo de ferroviario. Mariátegui, alcanzarrejones de periódico. Y los otros miembros de las pequeñas burguesías pobres que saldrán a (...) en las grandes urbes mundiales: todos vienen (o han pasado) de las profundidades del fracaso, de la miseria, de la humillación, del prejuicio y del desprecio. Todos o casi todos han vivido infancias atroces que ningún éxito absolverá. En su último reportaje concedido a la revista Crisis, Neruda dice:
Yo creo que también tengo ese sentimiento de pobre de nacimiento en los grandes restaurantes, en palacios o embajadas o en grandes hoteles. Me parece que, de repente, van a notar que estoy de más allí y que me van a decir: ¿Qué está usted haciendo aquí? ¿Por qué no se va? Yo siempre he tenido ese sentimiento desagradable de no pertenecer a tal cosa, a tal grupo.
Sentimiento de injusticia y cólera que da su carácter específico a la literatura. De ahí la misión reivindicatoria política, ética del escritor latinoamericano. Sus obras mayores no nacen para sostener la realidad: surgen para demostrarla, para demostrar su injusticia, su atrocidad, su podredumbre irremediable.

El modelo lingüístico lo establecen siempre las clases dominantes. La lengua de los señores es la única lengua. ¿Se concibe a los reyes hablando con los campesinos? "Produciría hilaridad la propuesta de que las clases dominantes inglesas adoptaran el modelo lenguaje de las clases trabajadoras", dicen Nwemeyer y Edmonds. En América Latina ocurre, justamente, lo contrario: el modelo cultural que se impone en la literatura no es el de las clases dominantes, sino el de las clases inferiores en contacto con la compleja riqueza de las nuevas lenguas. Por eso, a medida que el lenguaje de la literatura latinoamericana se hace más rico, el lenguaje de las clases dominantes y de sus lacayos intelectuales se hace más pobre: se pudre.